Capítulo uno: Seth

--- Suéltame la muñeca de una maldita vez---Chilló  Jenna irritada con un fuerte torrente de voz.

--- Tienes que venir conmigo.---replicó el chico que la sujetaba con fuerza.---Tienes que venir conmigo si no quieres que te maten, ¿quieres que maten a tu tía? ---Dijo señalando la habitación de su tía Madeline. ---Los lobos están a punto de llegar.

---No digas tonterías,aquí no hay lobos y menos en  medio de la ciudad.---Añadió desesperada porque aquel chico le soltara de una vez. No Podía confiar en un extraño y menos si acababa de interrumpir sus sueños  por la ventana de su habitación.

--- No hay tiempo...

Un aullido  de lobo interrumpió al chico antes de que pudiera acabar la frase dejando un eco que acabó en silencio. El chico la miró, ya le daba igual que tuviera que obligarla mientras fuera para salvarle la vida, además tendría un motivo para defenderse de las quejas de Jenna. La agarró fuertemente y corriendo se dirigió hacia la ventana llevándose tras de sí a la joven que no pudo reaccionar. De inmediato los dos chicos se encontraban al filo del propio abismo y saltaron verticalmente. Jenna no podía creerlo ese chico estaba loco y la estaba conduciendo a una muerte segura. El chico a ver la expresión horrorizada de la cara de Jenna río y cerró los ojos. Antes de que tocaran el suelo un gran agujero negro apareció justo debajo de ellos tragándose los y conduciendo a alguna parte.  Jenna abrió los ojos y se incorporó ligeramente, le dolía todo el cuerpo y se encontraba a las puertas del bosque. Miró a su alrededor intentando encontrar al chico que la había traído hasta aquí en un agujero negro. Eso era imposible pensó Jenna al ver que el chico estaba justo enfrente de sus narices mirando hacia la oscuridad del bosque.

--- ¡Eh! Quiero volver a casa--- Dijo alzando la voz.

--- ¿Aún sigues con las mismas? Eres una humana muy estúpida.--- Dijo acercándose a ella.

---Si pretendías salvarme por qué no has salvado a mi tía.  --- Dijo enfurruñada.

---Sólo te buscan a ti.--- Dijo el chico con desdén. ---Eso que llevas colgado al cuello es lo que van buscando.

--- ¿Esto? Es imposible lo compre en una feria ambulante no tiene valor ninguno. --- Dijo Jenna  cogiendo el colgante .

El chico se fijó en el colgante y entonces pudo ver el símbolo de una media luna. Le iba a costar explicarle a aquella humana todo lo que tenía que saber pero no en ese lugar a la vista de todos.

---No rechistes más y sígueme, tengo que mostrarte algo.

Jenna no volvió a abrir la boca, estaba segura que ese chico tenía un problema sin embargo sentía la necesidad de seguirlo i ver lo que él tenía que mostrarle. Le siguió por la espesura de los árboles apartando las ramas y todo aquello que le impidiera el paso, cuando por fin el chico se paró no pudo contener las ganas de abrir la boca

--- ¿Y ahora qué?  --- Dijo desesperada.---Estamos en medio de ninguna parte. --- Volvió a decir esta vez más alterada.

El chico no la miro como lo había hecho las otras veces y se limitó a abrirle paso. Detrás de él pudo diferenciar un fuego y en ese momento no tuvo palabras para dirigirse al muchacho. Había sido maleducada con él, le había salvado la vida de unos monstruos que ella no había visto pero que según él la hubiera matado y solo ha podido rechistar le una y otra vez. Se sentía estúpida porque ella no era así o al menos ella no lo sabía hasta ese momento. Se acercó al chico y  se adentró en la maleza .

--- Es cierto estamos en medio de ninguna parte, Jenna---se burló el chico.

--- No sé ni porqué confío en ti, porque parece ser que tu me conoces mejor que yo a ti. ---Dijo con calma sabiendo que no debería alzar  de nuevo la voz.

---Lo siento,  me llamo Seth y vivo aquí. ---Añadió Seth con una risita

Jenna miró hacia la hoguera y pudo divisar varias personas al rededor de este. Olía muy bien a carne quemada.

---¿Qué es todo esto?---pregunto acercándose más.

---Mi aldea. Nosotros vivimos aquí. ---Dijo Seth aclarando lo un poco.

--- Es raro....

Cuando Jenna dejó de hablar, Seth se adelantó y la cogió de la muñeca como lo había hecho para salvarle la vida. Para él cogerle de la mano suponía un gran esfuerzo y un gran riesgo, su gente no admitía ninguna clase de gestos amorosos aunque no fuera con mala intención.

---Nosotros no somos como tú;  Yo no soy como tú. En aspecto somos muy parecidos sin embargo nuestro interior es completamente distintos, nuestro corazón no bombea la misma sangre que la vuestra .----Dijo Seth mirando a Jenna a los ojos.---No somos monstruos , pero tampoco somos humanos, nuestra sangre  es de lobo. No te asustes nosotros no tenemos la capacidad de transformarnos en bestias  ni hacemos daño a nadie.

---Esto... es muy extraño.  ¿Tu no eres como yo?.

--- Exactamente. Lo siento , demasiada información de un momento.---se disculpó Seth con una voz pausada.

--- No es que no puedo creer.---Dijo un poco cortante.

El se acercó a ella y la miro fijamente a los ojos. Eran negros pero en cuestión de milésimas de segundo se habían vuelto azules y luminosos. Jenna lo observo todo y se sintió sin fuerzas, era como si él pudiera entrar en su mente sin esfuerzo. Más tarde escuchó como Seth le despertaba de su trance.

----Despierta Jenna.---Dijo sacudiendo la con suavidad.

Jenna recobró el sentido y se incorporó muy deprisa

----¿Cómo lo has hecho? ---Se preguntó asombrada.

---¿Ahora me crees?---Le dijo a Jenna con un leve sonrisa pícara.

---Sí te creo.