Capítulo dos: Huída

Capítulo dos:  Huída

La luz de la fogata iluminaba  la cara de Jenna que estaba justo delante de esta. Era tan extraño todo aquello que se había planteado que se había vuelto loca o todo lo que estaba viviendo era un sueño.  Seth se acercó a ella y se sentó a su lado con la intención de explicarle exactamente todo lo que tenía que saber. Él era el responsable de que estuviera allí y por eso tenía que ser el que le contara todo. Se puso más pegado a ella hasta que pudo notar su piel temblar con su roce.

--- Los lobos pueden estar en cualquier parte. No podemos permanecer mucho tiempo por aquí. ---le dice.

Jenna sólo sabía mirar le con interrogantes en sus ojos, cada vez que el chico abría la boca y en este caso también lo hizo.

---¿Entonces para qué me traes hasta aquí, si solo podemos huir?---Dijo  con un poco de alteración de su voz.

---Pueden olernos desde varios kilómetros y sobre todo si siguen tu olor humano---Dijo Seth de nuevo.

--- Que yo sepa, todo el mundo tiene olor y tu no te salvas cuando digo todo el mundo. ---Dijo perpleja y arrogante.

---Nosotros vivimos aquí pero eso no significa que formemos parte del mundo.---Aclaró el chico

De repente el aullido de los lobos se apoderó del alma de Jenna que en ese mismo momento se puso a temblar, ya había escuchado ese sonido antes y cuando ocurrió el chico la llevó hasta el bosque. Sus piernas le fallaron y se inclinó hacia Seth que estaba a su lado para no caerse.

--- Nos han encontrado--dice el chico levantándose del suelo de un salto. Cogió el cuchillo de su cinturón y se puso en guardia.---Venga vamos, antes de que nos alcancen.

Jenna miró en todas direcciones y observó como todos los demás a su alrededor estaban huyendo de las tiendas de campaña y transformándose en lobos  con ojos similares a los que le había enseñado Seth para demostrarle su identidad.

---¡Dijiste que no podíais  transformaros en lobos!---Grita mientras  se estabiliza.

---Te mentí.---Dijo mientras la cogía por la cintura y se transformaba en un lobo gigante de ojos azules.

Jenna gritó de nuevo, pero esta vez porque estaba sentada encima de un gran lobo. <<Agarrate fuerte>> escuchó en su cabeza. Obedeció como una niña buena y se agarró a su suave pelaje largo. El gran lobo cuando se percató de que Clary ya estaba lista echó a correr tan rápido como pudo. Ese lobo no podía ser Seth, ¿o sí? Pensaba Jenna mientras daba botes encima del lomo del animal. Su corazón palpitaba con tanta brusquedad que pensó que ese sería su última noche en la tierra. No había nadie a su alrededor mientras huían,  solamente árboles que les dificultaba el paso con sus grandes ramas. Jenna pensó que ya estaban fuera de peligro cuando un lobo se abalanzó contra ella por sus espaldas. El lobo la atrapó con la boca y  la  sacudió  tirándola al suelo del bosque. El lobo que había atrapado a Jenna tenía los ojos rojos y se encontraba encima de ella con las zarpas preparada para matarla cuando el lobo en el que se había transformado Seth, se abalanzó contra el otro que tenía retenida a Jenna. Lo que ocurrió después fue todo muy rápido,  los dos lobos estaban luchando entre ellos tan salvajemente que Jenna se quedo inmóvil sin poder incorporarse y huir. Sus piernas le fallaron y temblaban de un miedo atroz. Poco minutos después,  Seth mordió al otro lobo y acabó con su vida rompiéndole el cuello. El animal muerto cayó al suelo dejando un gran charco de sangre negra y cuando Seth volvió a ser humano,el  lobo había desaparecido.

---Jenna. Dijo el chico al ver a la joven.

---No te acerques a mí,  eres un... monstruo.---Dijo Jenna con la voz intercalada. ---Me mentiste.---Dijo con las lágrimas en la comisura de sus ojos.

---Confía en mi, estarás a salvo.---Dijo Seth.

---Me mentiste, ¿Cómo se que no me matarás como lo has hecho con el otro lobo?

Seth se acercó a ella hasta situarse muy cerca de su rostro, la piel de Jenna ya no era tan blanca, ahora estaba salpicada de su propia sangre y  la del  lobo que la había atacado. Al ver que Seth se iba cada vez más acercándose a ella, Jenna hizo un esfuerzo por  separarse de él, pero no pudo, en ese momento sentía los labios de Seth  en su boca.