--- Ya te has despertado,¿eh?---Dijo Nora acercándose a Jenna que estaba tumbada en una especie de camilla dura.
La joven que se en encontraba sentada, se retiró los pelos de la cara y el sudor de la frente.
---Vaya, se te ha comido la lengua el gato.---dijo con una risita.
---Claro que no. ---dijo Jenna un poco cansada del comportamiento de la chica.
--- Vale, levántate, Darius quiere verte y asegurarse de que vallas a casa.
Jenna se levantó de un respingo y apoyó el tobillo herido sin problemas, no le dolía ni tampoco le sangraba.
Se colocó junto a Nora y le sonrió alegremente intentando suavizar la conversación. Se había emocionado al saber que podía volver a casa pero en seguida empezó a sospechar de que no le había dicho toda la verdad.
---¿A casa?---Preguntó.
Darius llegó a la tienda de campaña y entró rodeado de más personas que hacían un círculo a su alrededor. Iba vestido de la misma manera que la primera vez que lo vio y portaba en su mano derecha el cayado de zarzas secas.
---Sí ,a casa, allí debe de haber una gran actividad de lobos ahora, si vuelves, acudirán a ti pero si descubren que no estás, se marcharán y después será difícil volver a localizarlos.--Dijo Darius.
--- ¿Qué quiere decir con eso?--- Preguntó Jenna un poco dudosa.
--- Tenemos pensado a traerlos con tu olor y capturar uno de ellos, y descubrir quién es su líder. Los lobos no actúan al menos que se lo hayan mandado su líder sobrehumano.
--- No pienso se una trampa para los lobos. Yo sólo quiero volver a casa.---Dijo frunciendo en ceño.
--- Necesitamos saberlo para ayudarte.---Insistió el viejo hombre.
--- Escucha a Darius Jenna... él sabe lo que dice.---Dijo Seth interrumpiendo la mecánica de conversación que estaba entre los que rodeaban al viejo.
Jenna miró as alrededor, no veía nada más que hombres lobos esperando a que ella diera su respuesta de un momento a otro, no podía decir que no, pero tampoco podía decir que sí, ¿qué podía hacer?.
****
---Darius no sabe con quién se está metiendo, espero que pronto se de cuenta de que no puede hacer nada contra mí.---Dijo Madame Clove.--- , Zetús, lleva a tu manada a la casa de la joven,¿por qué no dar le un poco de llama al asunto?
****
Jenna abrió la boca para disponerse ha hablar, pero no lo hizo, se quedó callada como lo había hecho otras veces para no meter la pata más el dedo en la herida. Anubis miraba a otro sitio, sin importarle la situación y Nora parecía harta de que todo el mundo estuviera pendiente de otra persona que no fuera ella.
--- Si acepto, ¿qué gano?---Preguntó un poco a la defensiva.
--- Ya lo sabes, podemos ayudarte.---Repitió Darius.
Jenna suspiró y continuó hablando.
--- Aún no entiendo como podéis ayudarme, si me lo explicarais...---insistió para sacar información.
Todos lo que allí habían empezaron a cuchichear, Jenna no pudo entenderlos, pero sabía de que estaban hablando.
--- Está bien. ---Dijo Darius calmando a la multitud con las mano---Acompáñame a un lugar más tranquilo.
Entre la multitud se habrió un camino por el que pasaron Jenna y Darius, siendo observados por los hombres y mujeres lobo. Siguieron todo recto durante unos diez minutos más hasta que después de millones de pasos al interior del bosque, Darius se paró frente a una mesa de piedra.
---Aquí estaremos seguros de que nadie nos puede escuchar.---Dijo remangando la túnica hasta los codos.
--- ¿Qué es todo esto?---Dijo Jenna al recorrer con la mirada todo aquel lugar.
Parecía una especie de invernadero natural que las ramas habían formado con el paso del tiempo y en el que habían crecido millones de flores extrañas.
---No sabía que en el bosque existía algo tan bonito.
--- Está bien, Jenna... , te contaré todo lo que quieras saber.---dijo Darius.
--- ¿Quiero saber como salir de aquí.---dijo muy seriamente.
--- Hay dos maneras de hacerlo, descubriendo quién quiere su poder para destruirlo, o simplemente extrayendo la con una espada que debe atravesarte el alma.
Jenna tragó saliva y se le erizaron los pelos de la piel.
--- ¿Duele?--- preguntó en tartamudeos como si le faltara el aire.--- Si es necesario hacerlo, lo haré, dejaré que me atraveséis el alma con la espada.
--- Más de lo que imaginas Jenna, es el alma, parte de tu vida se irá.---Dijo en susurros, que llena pudo oír.
--- Entonces solo hay una posibilidad, encontrando la persona que me quiere para obtener su poder.---Dijo un poco molesta.
--- Eso es, por eso pretendemos capturar uno de los lobos para averiguarlo. ¿Te atreves?
--- Está bien lo haré.---Dijo un poco insegura.
La joven que se en encontraba sentada, se retiró los pelos de la cara y el sudor de la frente.
---Vaya, se te ha comido la lengua el gato.---dijo con una risita.
---Claro que no. ---dijo Jenna un poco cansada del comportamiento de la chica.
--- Vale, levántate, Darius quiere verte y asegurarse de que vallas a casa.
Jenna se levantó de un respingo y apoyó el tobillo herido sin problemas, no le dolía ni tampoco le sangraba.
Se colocó junto a Nora y le sonrió alegremente intentando suavizar la conversación. Se había emocionado al saber que podía volver a casa pero en seguida empezó a sospechar de que no le había dicho toda la verdad.
---¿A casa?---Preguntó.
Darius llegó a la tienda de campaña y entró rodeado de más personas que hacían un círculo a su alrededor. Iba vestido de la misma manera que la primera vez que lo vio y portaba en su mano derecha el cayado de zarzas secas.
---Sí ,a casa, allí debe de haber una gran actividad de lobos ahora, si vuelves, acudirán a ti pero si descubren que no estás, se marcharán y después será difícil volver a localizarlos.--Dijo Darius.
--- ¿Qué quiere decir con eso?--- Preguntó Jenna un poco dudosa.
--- Tenemos pensado a traerlos con tu olor y capturar uno de ellos, y descubrir quién es su líder. Los lobos no actúan al menos que se lo hayan mandado su líder sobrehumano.
--- No pienso se una trampa para los lobos. Yo sólo quiero volver a casa.---Dijo frunciendo en ceño.
--- Necesitamos saberlo para ayudarte.---Insistió el viejo hombre.
--- Escucha a Darius Jenna... él sabe lo que dice.---Dijo Seth interrumpiendo la mecánica de conversación que estaba entre los que rodeaban al viejo.
Jenna miró as alrededor, no veía nada más que hombres lobos esperando a que ella diera su respuesta de un momento a otro, no podía decir que no, pero tampoco podía decir que sí, ¿qué podía hacer?.
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---Darius no sabe con quién se está metiendo, espero que pronto se de cuenta de que no puede hacer nada contra mí.---Dijo Madame Clove.--- , Zetús, lleva a tu manada a la casa de la joven,¿por qué no dar le un poco de llama al asunto?
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Jenna abrió la boca para disponerse ha hablar, pero no lo hizo, se quedó callada como lo había hecho otras veces para no meter la pata más el dedo en la herida. Anubis miraba a otro sitio, sin importarle la situación y Nora parecía harta de que todo el mundo estuviera pendiente de otra persona que no fuera ella.
--- Si acepto, ¿qué gano?---Preguntó un poco a la defensiva.
--- Ya lo sabes, podemos ayudarte.---Repitió Darius.
Jenna suspiró y continuó hablando.
--- Aún no entiendo como podéis ayudarme, si me lo explicarais...---insistió para sacar información.
Todos lo que allí habían empezaron a cuchichear, Jenna no pudo entenderlos, pero sabía de que estaban hablando.
--- Está bien. ---Dijo Darius calmando a la multitud con las mano---Acompáñame a un lugar más tranquilo.
Entre la multitud se habrió un camino por el que pasaron Jenna y Darius, siendo observados por los hombres y mujeres lobo. Siguieron todo recto durante unos diez minutos más hasta que después de millones de pasos al interior del bosque, Darius se paró frente a una mesa de piedra.
---Aquí estaremos seguros de que nadie nos puede escuchar.---Dijo remangando la túnica hasta los codos.
--- ¿Qué es todo esto?---Dijo Jenna al recorrer con la mirada todo aquel lugar.
Parecía una especie de invernadero natural que las ramas habían formado con el paso del tiempo y en el que habían crecido millones de flores extrañas.
---No sabía que en el bosque existía algo tan bonito.
--- Está bien, Jenna... , te contaré todo lo que quieras saber.---dijo Darius.
--- ¿Quiero saber como salir de aquí.---dijo muy seriamente.
--- Hay dos maneras de hacerlo, descubriendo quién quiere su poder para destruirlo, o simplemente extrayendo la con una espada que debe atravesarte el alma.
Jenna tragó saliva y se le erizaron los pelos de la piel.
--- ¿Duele?--- preguntó en tartamudeos como si le faltara el aire.--- Si es necesario hacerlo, lo haré, dejaré que me atraveséis el alma con la espada.
--- Más de lo que imaginas Jenna, es el alma, parte de tu vida se irá.---Dijo en susurros, que llena pudo oír.
--- Entonces solo hay una posibilidad, encontrando la persona que me quiere para obtener su poder.---Dijo un poco molesta.
--- Eso es, por eso pretendemos capturar uno de los lobos para averiguarlo. ¿Te atreves?
--- Está bien lo haré.---Dijo un poco insegura.
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