Capítulo siete: Primer asalto

Capítulo siete:  Primer asalto

Era de noche cuando los tres jóvenes se encontraban en la casa de uno de ellos, Jenna estaba otra vez en su casa, pero no para quedarse. Lo había decidido desde mucho antes de llegar a la casa y lo había hecho para salvar su propia vida.Seth la miró cuando se encontraba desprevenida mientras intentaba buscar en uno de sus cajones un importante cuaderno que según había dicho la chica,era muy importante para ella. En cambio, Nora acababa de llegar de una inspección por toda la casa en busca del olor de alguno de los lobos. La casa estaba a oscuras completamente y sólo se veía lo suficiente para no chocar contra las paredes. Jenna se levantó victoriosa había conseguido el cuaderno que venía buscando. Era su diario, algo tan importante como el agua para ella, sin él no podría seguir un minuto más, necesitaba contar todo lo que estaba pasándole aunque no debiera.

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En ese momento, no muy lejos de la casa, una manada entera de lobos se dirigía por el asfalto de las calles hacia la casa, a esas altas horas de la noche no había ningún transeúnte caminando por las calles como es normal, por lo que podían hacer lo  que les pareciera en ese momento. Uno de ellos se adelanto del resto de la manada y aulló con furia.
---Vamos a ganar este asalto---Dijo entre gruñidos el más viejo de ellos.

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--- ¿Has escuchado eso?---Preguntó Nora tensando los músculos de los brazos.
--- Ya Bien, no ha sido muy difícil atraerlos hasta aquí.--- Dijo Seth empuñando un cuchillo de  un metro.
Esta vez, se había propuesto arreglárselas sin tener que transformarse en una bestia.
A Jenna, se le erizó la piel al darse cuenta en la red en la que se había metido.
Su voz tartamudeó cuando quiso preguntar.
--- ¡Cuántos creen que viene?
Seth y Nora se miraron fijamente por unos instantes y respondieron.
---No lo sabemos.

En cuestión de minutos después, el primer lobo ya había echado la puerta abajo de la casa, sus pasos empezaron a oírse tras el silencio de la noche y eso hizo que los jóvenes supieran que debían estar preparados para atacar. Al principio, Nora empezó a brillar, su ojos marrones empezaron a cambiar a un celeste iluminoso y su cuerpo destelló después en miles de luces, Jenna nunca antes había visto una transformación de esa forma, ni siquiera cuando lo hacía Seth; En un sólo parpadeo. El cuerpo de Nora empezó a cambiar y hacerse muchísimo más grande y corpulento. Al final, Nora había desaparecido, y en su lugar allí, había una gran bestia. Jenna pudo diferenciarla, porque no era igual que Seth, ella tenía el pelaje blanco a diferencia del chico.
--- ¿No vas a transformarte tu también?---Preguntó Jenna mirándole a él
Él miró después y en ese momento, los lobos interrumpieron en la habitación. Seth se puso en guardia y se puso justo enfrente de las narices de Jenna para protegerla.
--- No, no me voy a transformar.---Dijo clavándole el cuchillo a uno de los lobos que había atacado primero.---¿Así soy yo cuando me transformo?---Preguntó con gracia.
Jenna no pudo responderle ya que el chico empezó a moverse con tanta rapidez que ni ella sabía donde estaba él en ese momento. Nora se abalanzó contra otro de ellos y se apartó de Jenna que seguía indefensa. Los lobos seguían gruñiendo con fuerza y cada vez más, se iban acercando a ella para capturarla. La joven, en ese momento no sabía que hacer, no la habían entrenado para luchar ni tampoco para huir de ese tipo de criaturas ¿ qué podía hacer en ese momento?
" Kalá theru uta" Repitió dos veces, esa frase la había aprendido justo antes de emprender la marcha, por si necesitaba alguna ayuda de más que le faltara. Jenna retrocedió unos pasos y se tapó la cara, sabía lo que iba a pasar y lo que tenía que hacer, el lobo más anciano se acercaba a ella y no tardaría mucho en atacar . Jenna Había llamado a otros lobos para que la ayudaran, pero ella no pudo esperar más la llegada de la nueva ayuda, pronunció de nuevo la misma conjuración "Kalá theru uta" y añadió "invocate"a la vez que veía como el lobo se abalanzaba contra ella. Pronunció completamente el conjuro, y todo lo que allí estaba ocurriendo se paró.
Abrió los ojos y el lobo que había hecho intento de atraparla entre sus garras, se encontraba suspendido en el aire, Nora y Seth también se encontraban de la misma forma, al igual que todos los lobos. Jenna, se alegró de haber pronunciado las palabras a tiempo y suspiró de alivio. Fue directa hasta la cazadora que llevaba Seth e introdujo su mano en uno de los bolsillo, en uno de ellos, encontró una gran bola de energía. La cogió con cuidado y se dirigió de nuevo a donde estaba el lobo, la colocó encima de este y el gran cuerpo petrificado desapareció.
--- Vaya, vaya...
Jenna se sobresaltó, y se giró para ver quien más se unía a la batalla.
---Con mis lobos no se juega, ¿sabes?---Dijo una mujer bajo una capa roja.
---¿Quién eres?---Preguntó Jenna.
--- Soy Madame Clove.